Si tuviera que definir mi vida desde tu llegada, solamente puedo hacerlo diciendo amor incondicional .
Ya casi tienes 12 años, 12 años siendo un guerrero, mi guerrero favorito, has luchado y luchas contra viento y marea, cada día nada más despertar se dibuja una sonrisa en tu cara, una sonrisa admirable, tierna, dulce, pero sobre todo una sonrisa pura.
Hace poco oí una frase que me dejo impactada y porque no decirlo, me produjo una tristeza brutal. Esa frase viene a decir “ se que tu no querías un hijo como yo, pero yo si quiero una madre como tu” ufffff brutal, brutal porque te hace parar y pensar, y te hace pensar que efectivamente todos en algún momento hemos pensado eso, por supuesto que siempre pensando en ell@s, pero lo hemos pensado, sin embargo nunca o casi nunca hemos pensado que somos mamás y papas de niñ@s increíbles, que con cada paso que damos les hacemos felices, que con cada beso, les enseñamos lo que es el amor incondicional, que con cada sonrisa que les dedicamos, ell@s nos la devuelven multiplicada por 1000, que cada abrazo para ell@s se convierte en fortaleza y seguridad que cada mirada para ell@s seguramente lo es todo.
Claro que ell@s quieren tener una mama como nosotras, pero desde esa frase yo también quiero tener un hijo como tu.
Un hijo con una sonrisa eterna, con una mirada pura, con un corazón limpio, con una fortaleza casi indestructible, con una vitalidad incansable, así es como te veo, como te siento.
Quiero pasar cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo, a tu lado, quiero sentir tus besos, tus abrazos, tus miradas, pero sobre todo quiero estas cerquita cerquita viendo tu eterna sonrisa. Quiero estar el resto de mi vida tu lado.
TE QUIERO MI GUERRERO FAVORITO